Está científicamente probado y así se llama “efecto azul” y consiste en que esa combinación de colores olores y sonidos crean en la mente humana un efecto hipnótico que la hace reaccionar ante el entorno y que te hace sentir feliz, relajado y con energía.
Estar a su lado me aporta esa parsimonia que tanta falta me hace para soportar a mis aceleradas neuronas